Préstame unas alas

Con el tiempo las diferencias se vuelven notorias y más difíciles de tolerar.Definitivamente hay actividades que no me gustan y no me siento con la voluntad de hacerlas .

Me gustan las antigüedades, pero me cargan esas ferias llenas de cachureos mal olientes, la playa me fascina, pero en época estival, en un día nublado y frio me produce una sensación de tristeza y angustia, el cine siempre y cuando no sea típicamente yankee, las reuniones sociales cuando se trata de voluntarias y no impuestas, la música menos la cebolla, tomarse un café con un entorno agradable, es decir con onda y estilo no por moda. Podría llenar este post con mis preferencias y gustos, pero no es la idea ser autoreferente.

La adultez por no decir la vejez acentúa todos esos rasgos que en algún momento pasaron piolita, hoy se vuelven exacerbados . Darse cuenta que el tiempo ha transcurrido, duele, molesta e incomoda. Todos queremos ser jóvenes y no pasa por verse bien, es el tiempo dejado atrás es la consolidación como persona. La necesidad de ponerse las alas y salir volando con rumbo desconocido sin saber si tendremos las ganas de regresar.