Al borde de un ataque de nervios

Tengo los nervios de punta sin ser para nada neurótica, hace apenas un rato volvimos del cine de ver Match Point de Woody Allen. La crudeza del argumento todavía me tiene tensa y no logro relajarme, tal vez escribiendo mis músculos vuelvan a la normalidad.

Ambientada en un Londres frio pero maravilloso, con una fotografía impresionante Allen nos hace detenernos por unos cuantos minutos en esta noble ciudad. No puedo decir una cosa por otra, la disfruté al máximo, no despegué ni un segundo mis ojos de la pantalla.

Este hombre con 71 años ,de facha no muy agraciada y con historias de su vida personal no muy decorosas , aún conserva la ironía que caracteriza a su género y por lo demás me cautiva de los hombres. La música "ópera" se presenta en contraposición al jazz típico neoyorkino (Verdi, Rossini, Bizet). El otro factor de agrado "al menos para mí ", es el matiz de acentos,escuchar ese inglés british de algunos personajes enamora mis oídos y produce un rechazo al inglés yankee de Scarlett Johansson(Nola Rides) que por las ironías del director encarna a una vulgar actriz americana con incalculables dotes físicos y sensuales. Este personaje producía en mí ,una ira insostenible por su frialdad y coraje.

El alcohol es otro aspecto bastante denigrativo en alusión a los ingleses,
como también la diferencia social y económica entre la burguesía y la clase trabajadora. De manera que el arribismo se percibe notablemente en Jonathan Rhy-Meyers y todas sus ansias por escalar a otra clase social y dejar atrás su pasado de irlandés pobretón.

No dejen de verla, la conclusión moral queda para cada uno.

Mauricio agradezco tu compañía al cine, aunque te cargue Woody Allen.