Hace un rato mi Annais se fue al cielo, esta perrita fue muy especial en nuestras vidas, porque le asistimos su nacimiento, nació en un hospital debido a que era nuestra residencia en ese momento por lo que el parto fue de lo más cuático, todo super esterilizado y a falta de veterinario había un médico y todo el personal atento para ayudar en este acontecimiento. Así nació esta niñita perro junto con un hermanito, las vueltas de la vida hizo que naciera ahogada por venir con circular y se fue de la misma manera . Vivió como una hija regalona que hasta dormía con nosotros cosa que ninguno de mis niños ha hecho. Si bien su adoración era mi marido, ya que ella lo miraba con esos ojitos tan especiales de poodle los que entienden de perros saben que estos animalitos tienen una mirada muy especial. Su nombre se debe a Annais Nin, me gustó desde que ví la película Henry and Jung.
Como todas las semanas le tocaba bañarse y eso lo realizo personalmente, porque encuentro que se estresan mucho en la peluquería, sin embargo no fue capaz de soportar la tensión del baño y se murió en mis brazos por una insuficiencia respiratoria. Tengo mucha pena, me siento muy culposa por lo obsesiva, pero gracias a la ayuda de mis hijos estoy más tranquila. Este momento lo estábamos esperando desde octubre pasado después de un viaje a Mendoza dejamos a las perritas con la empleada y cuando llegamos nos encontramos con la Annais ahogada y con problemas respiratorios de hecho mi marido la vió tan mal que no le daba más de una semana, fue tal su alegría vernos llegar que se recuperó rápidamente, aunque de ahí ya no respiraba bien.